Este portavelas es un sencillo ejemplo de como reciclar un tarro de cristal. En este caso he escogido un bote de una crema facial, ya que tiene el tamaño adecuado para una vela de té y me gustaba además porque no es totalmente transparente, sino translúcido, por lo que da una luz más tenue para crear un ambiente relajado.
Lo primero es limpiar el bote con agua y jabón y quitar las pegatinas que traiga. Si quedan restos de pegamento se quitan bien con un algodón empapado en alcohol de farmacia. Las flores están pintadas con pintura acrílica y pincel. El borde va adornado con un lazo de hilo de cáñamo.
Ambos están pintados con pintura tridimen-sional (la pintura acrílica no es muy adecuada para esto ya que al ser una pintura al agua, puede borrarse el dibujo si la mojamos) y adornados en el borde con hilo de cáñamo.
El de la izquierda además lleva el borde tanto superior como inferior adornados con washi tape.
Por último, se pueden usar como tarros para guardar alimentos. Yo he decorado éste, para guardar en él cookies de moras, que os explicaré en otra entrada más adelante como las he hecho.
Está igualmente pintado con pintura tridimensional y en la tapa he
pegado una imagen impresa en papel, que posteriormente barnicé (para
evitar que al mojarse se estropeara, ya que el barniz crea una película
que repele el agua).
Espero os gusten!
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